Por ADIEL ARMANDO BOLIO
Aguascalientes, AGS.- Este viernes 27 de mayo se cumplen 81 años de que en 1935, en aguas internacionales, entre Puerto Progreso, Yucatán y La Habana, Cuba, en la embarcación con bandera mexicana de nombre “Emancipación”, el matrimonio formado por doña María Solís Rendón y don Adiel Ángel Bolio Ávila, ambos meridanos, tuvieron a su único hijo, Adiel Alfonso de Jesús Bolio y Solís, quien con el tiempo habría de dedicarse a un sin número de actividades que rematarían en la que fue su gran pasión, la Fiesta de los Toros.
Mejor conocido en el medio taurino como Addiel Bolio y como el afamado CTI (Cronista Taurino Internacional), el revolucionario de la narración radiofónica taurina tanto en España como en Sudamérica y de la República Mexicana, hubo de pasar por muchas aventuras en su vida, desde ser tahonero en una panadería hasta ser el indiscutible periodista durante 51 años de actividad ininterrumpida, pasando por una escuela militar donde apenas terminó la secundaria, por lo que toda su sabiduría y cultura general fue netamente autodidacta, igual fue portero juvenil del equipo de futbol América, aunque su corazón eternamente fue atlantista, que un muy buen beisbolista, seguidor de los Rojos del México, equipo del que por cierto su papá (mi abuelo) fuera gerente general, que hasta dedicarse a lucha libre bajo el nombre de la “Saeta Blanca”.
De la misma manera fue corresponsal de guerra, que reportero de información general, de espectáculos y deportes, teniendo en su haber juegos olímpicos, panamericanos, centroamericanos y varios campeonatos mundiales de futbol, uno de ellos por cierto, el de 1970 en México, gracias a su acreditación le valió como pasaporte para cubrir representando a Canal 8, Televisión Independiente de México (TIM) la tragedia que provocó en Perú un devastador terremoto.
Y así como todo lo anterior, nada le llenaba más que su amada Fiesta Brava, a la que dedicó casi diez años como torero activo, sufriendo ocho cornadas y recibiendo una alternativa en Parral, Chihuahua, de manos de Luis Procuna y ante la presencia de Fernando de los Reyes “El Callao” hasta que se retirara el 2 de junio de 1957, marcando así un parte aguas en su vida pues gracias al impulso de don Francisco Gómez “El Zángano”, empresario en aquel tiempo del coso Monumental “Alberto Balderas” de Ciudad de Juárez, Chihuahua, fue que se hizo periodista e inició así una larga y fructífera carrera profesional, plagada de reconocimientos a nivel regional, nacional e internacional que lo llevaron a ser el mejor Cronista del Orbe Taurino.
Vaya entonces este sincero, respetuoso y amoroso homenaje, en el LXXXI aniversario de su natalicio, a este hombre y ser humano a carta cabal, con el que no había medias tintas pues a él había que llegarle de frente y con la cara en alto, con la verdad total, sin mentiras, además de ser todo un profesional de la amistad, amante de su familia y de mucha dedicación a su trabajo pues nunca dejó de aprender. Así que hasta allá arriba, en el cielo, van mis ¡felicitaciones jefe adorado!
