Alternativa
GUSTAVO MARES
Uno de los males que ha padecido la fiesta brava mexicana a lo largo de los años ha sido el ‘malinchismo’. Parece que en la actualidad esa tendencia está desapareciendo paulatinamente y los toreros mexicanos están poniendo muy en alto el nombre de nuestro país porque han confiado en ellos.
Diego Silveti, Arturo Saldívar y Joselito Adame son la prueba, luego de cortar sendas orejas en la Plaza de Las Ventas, en Madrid.
Antes de ellos ha habido toreros que no fueron valorados en su justa medida, debido a la época que les tocó vivir.
Uno de ellos es el maestro michoacano Enrique Fraga, primer torero en todo el mundo, sí leyó usted bien, el primero en la historia de la tauromaquia mundial en ostentar las dos alternativas, tanto la de a pie como la de rejoneador.
La alternativa como matador de toros la tomó el 15 de mayo de 1977 en Mérida, Yucatán. Años más tarde, también en Mérida, se doctoró como rejoneador. Fue la tarde del 24 de noviembre de 1991. Tiempo después, el español Paco Ojeda se convirtió en el segundo en el mundo en lograrlo.
Ojalá que las nuevas generaciones de toreros mexicanos tengan el justo reconocimiento que merecen de sus propios paisanos y no como les sucedió a generaciones anteriores de toreros.
Hace algunas semanas, Jorge Enrique Contreras Fraga, su nombre completo, fue motivo de un homenaje en Portugal, donde lo recibieron las figuras más importantes de la fiesta brava lusitana.
Quizá, si en lugar de haber nacido en Michoacán hubiera nacido en alguna provincia española, aquí en México se le hubiera reconocido de otra manera.
Está claro pues que en nuestro país ha habido grandes exponentes del toreo, a pie, a caballo, en las filas de subalternos, ganaderos y empresarios, pero durante mucho tiempo no tuvieron el reconocimiento que merecían.
Hoy todo eso, esperemos en bien de la tauromaquia mexicana, está cambiando.
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