San Luis Potosí, S.L.P.- En la actualidad, existen en el mundo más de 600 millones de niñas, más de 500 millones de ellas en países en desarrollo, y ellas están dando forma al presente y al futuro de la humanidad. Por lo tanto, las oportunidades y opciones que las niñas tienen en la adolescencia les permitirán comenzar sus vidas de adultas como ciudadanas empoderadas y activas.
Con las capacidades y oportunidades adecuadas, pueden invertir en ellas mismas, sus familias y sus comunidades. Sin embargo, los embarazos ponen en peligro los derechos, la salud, la educación y el potencial de demasiadas niñas y adolescentes, privándoles de un futuro mejor.
En el mundo, alrededor de 16 millones de niñas de entre 15 y 19 años de edad, dan a luz cada año, y las complicaciones en el embarazo o parto son la principal causa de muerte entre las niñas en estas edades, especialmente en países en desarrollo.
En San Luis Potosí, el 15% de las adolescentes entre 15 y 19 años de edad, son sexualmente activas, y 76% sin experiencia sexual; el 50% de estas mujeres no usaron métodos anticonceptivos en su primera relación sexual. Aproximadamente, el 5% de los embarazos en el estado son en el grupo de adolescentes, 78% de las cuales si quería embarazarse y 19% no planearon su embarazo, y 3% no lo deseaba. El 18% de los nacimientos son de madres adolescentes. 6% de los y las adolescentes abandonaron la escuela por motivos de maternidad o paternidad y el 24% se unieron en matrimonio a causa de un embarazo.
Por estas razones, los embarazos en adolescentes no son solo una cuestión de salud, sino una cuestión de desarrollo, porque en una proporción relevante están arraigados en la pobreza, desigualdad basada en el género, violencia, matrimonios forzados de niñas, desequilibrio de poderes entre niñas adolescentes y sus parejas masculinas, falta de educación, y el fracaso de los sistemas e instituciones para proteger sus derechos.
Con el fin de abarcar estas cuestiones a nivel mundial, el Día Mundial de la Población de este año se enfoca en el embarazo en adolescentes.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, poner fin al ciclo de embarazos en adolescentes requiere de un compromiso por parte de las naciones, de las comunidades y de las personas, tanto en países en desarrollo como en países desarrollados, para invertir en niñas y adolescentes. Los gobiernos deben aprobar y aplicar leyes nacionales para aumentar la edad del matrimonio hasta los 18 años y deben promover esfuerzos comunitarios que respalden los derechos de las niñas y prevengan el matrimonio infantil y sus consecuencias.
A los y las adolescentes y jóvenes se les debe ofrecer educación integral sobre la sexualidad apropiada para su edad a fin de desarrollar el conocimiento y aptitudes que necesitan para proteger su salud a lo largo de sus vidas. Sin embargo, educación e información no son suficientes. Los servicios de salud reproductiva de buena calidad deben también estar fácilmente disponibles para que los y las adolescentes tomen decisiones informadas y sean saludables.
A nivel local, las comunidades deben ofrecer la infraestructura para el cuidado de la salud reproductiva, adaptada y sensible a los jóvenes.
La base de todos estos esfuerzos es el entendimiento de que la dignidad y los derechos humanos de las niñas y adolescentes deben respetarse, protegerse y cumplirse.
La Organización de las Naciones Unidas, actualmente, solicita a los gobiernos, las comunidades internacionales y todos los interesados participantes, a tomar las medidas necesarias para que las niñas y adolescentes puedan tomar decisiones responsables, con los apoyos necesarios en casos donde sus derechos estén amenazados. Cada mujer joven, sin importar dónde viva o su circunstancia económica, tiene el derecho de cumplir con todo su potencial humano. Actualmente, a demasiadas niñas se les niega este derecho.