México.- La violencia y el desgobierno que existe en Michoacán y Guerrero, al oeste del país, tienen sumidos en una profunda crisis política incapaz de hacer frente a la lucha sangrienta de los carteles.
En medio de ambos, entre montañas, se extiende Tierra Caliente, un área regada de cultivos de amapola y marihuana, feudo original del cartel de los Caballeros Templarios en disputa por otros grupos criminales. Solo este fin de semana, las autoridades cuentan más de 20 cadáveres hallados en la zona.
Ante la ausencia de un poder político fuerte y la hasta ahora incapacidad del Gobierno federal por devolver la paz, la población de numerosos municipios y comunidades indígenas también ha dicho basta. Los grupos de autodefensa se han multiplicado en los últimos meses. Pertrechados con armas de alto calibre, custodian municipios sin ley de los que hasta las autoridades se han retirado. Las autodefensas se organizan por grupos de vigilancia y convierten las comunidades en fuertes impenetrables para mantener a raya a los criminales.