Por: Jeannine
Fuente: blogtometria.com
Augmented Lecture Feedback System (ALFS), es el nombre que los científicos de la Universidad Carlos III de Madrid le dieron a los anteojos inteligentes que desarrollaron debido que les permiten a los profesores visualizar en los lentes las notas o comentarios sobre el contenido de la clase. Además, el profesor puede ver símbolos encima de cada alumno los cuales indican en qué estado se halla la persona mientras se desarrolla la actividad. “Estos símbolos son activados por el alumno a través de su teléfono móvil y sirven para comunicar al profesor que no se está entendiendo su explicación, que ya se ha comprendido, que vaya más despacio o que conoce o no la respuesta a la pregunta que acaba de hacer a la clase”, explica Telmo Zarraonandia, uno de los investigadores.
La intención de estos lentes inteligentes es que el alumno se ponga en contacto con el profesor de forma inmediata y privada, sin interrumpir la clase ni ponerse en evidencia. El sistema muestra en la parte superior de las gafas un diagrama con los porcentajes de las respuestas dadas por todos los asistentes de acuerdo a con que nos reportan los investigadores en un comunicado. De esta forma, al disponer de un mayor feedback (retroinformación) el profesor puede de manera continua adaptar la clase al conocimiento real de los alumnos, aportando ejemplos extra, variando el ritmo o saltándose aquellas partes que los alumnos indican ya conocer o recordar.
Detalles técnicos.
El prototipo que han desarrollado los investigadores se controla mediante gestos, capturados con una Microsoft Kinect. Las señales gestuales del profesor le permiten seleccionar la diapositiva de apoyo a una explicación o activar preguntas predeterminadas a las que los alumnos responderán desplegando diversos símbolos seleccionados por medio de sus móviles conectados al servidor donde el sistema está instalado. ALFS puede identificar a los alumnos mediante reconocimiento facial (cargando previamente sus fotos a una base de datos) o, en grupos más numerosos, a través de un sistema de posicionamiento basado en marcadores.
A día de hoy, los modelos de gafas de realidad aumentada son todavía caros y poco ergonómicos porque pesan demasiado y dificultan la movilidad del profesor, pero “se espera que en los próximos años se encuentren en el mercado modelos que permitan su utilización en la clase, como podría ocurrir con las nuevas gafas de Google, a las que podría adaptarse este sistema”, puntualiza Ignacio Aedo, otro de los investigadores.