Por: Gustavo Mares
Julián López ‘El Juli’, primera figura del toreo a nivel mundial, está de manteles largos y es que el pasado 18 de septiembre cumplió quince años como matador de toros.
En entrevista exclusiva con Agencia de Noticias SLP y OVACIONES, el joven maestro madrileño asegura que su paso por la fiesta brava no ha sido fácil, sin embargo, ha podido lograr su sueño y si volviera a nacer ‘volvería a ser torero. Si naciera mil veces, mil veces sería torero’.
Por principio de cuentas, asegura que México le ha dado mucho y por eso mismo es que él quiere devolverle un poco a nuestro país, de lo mucho que le ha brindado en su carrera.
‘México es un país que me ha dado mucho. Ahí me hice prácticamente torero. Decidí viajar a México para torear porque aquí en España no lo podía hacer de manera profesional por cuestiones de edad, sin embargo la legislación mexicana sí lo permite y por eso viaje a vuestro país para probar fortuna como torero’.
SU SEGUNDA CASA
Pocos saben, pero Julián, recién desempacado de Madrid, contó con el apoyo de un par de personas que le facilitaron una estancia en las calles de Río Marne, en la colonia Cuauhtémoc. Ahí, a media cuadra de Reforma, todas las mañanas Julián tomaba un microbús que lo dejaba en Chapultepec para entrenar.
Sólo interrumpía su preparación para comer pero por la tarde volvía a los entrenamientos.
‘Me encanta México, es como mi segunda casa. De hecho, esta temporada voy a estar todo el tiempo por allá. Arribaré en noviembre y prácticamente estará toreando por allá toda la temporada hasta marzo, que comienza la actividad aquí en España’, comentó Julián López Escobar, su nombre completo.
ACIERTOS Y ERRORES
En estos quince años de alternativa, ‘El Juli’ reconoce su más grande acierto pero también su más grande error.
‘Creo que mi acierto más grande es haber elegido la profesión que me llena y me hace sentir vivo. Elegí correctamente y cada tarde, cada momento que visto de luces lo hago con una profunda fe y una ilusión desbordante, como si fuera la primera vez’.
‘En lo que se refiere a mi error más grande, creo que fue el no tener la madurez suficiente cuando comencé a consolidarme, me faltó madurez en mis inicios’.
Julián asegura que aunque su niñez y su juventud fueron ‘atípicas’, porque mientras chavales de quince años se entretienen con videojuegos o en el cine, él ya tenía muchas responsabilidades. ‘Pero no me arrepiento, porque es el camino que yo quise recorrer’.
‘La relación con el toro me gusta mucho’, subraya.
LA FAMILIA
Ahora, convertido en padre, el torero afirma que con más ilusión se juega la vida. ‘El toreo es una expresión artística. Tal vez haya quien piense que cuando tienes hijos ya no te juegas la vida igual, es más, podrían pensar que ya no te la juegas. Pero es al revés. Te sientes tan motivado por tus hijos que sales al ruedo a jugarte la vida todavía más, porque ellos son un motor que te alienta a dar lo mejor que tienes’.
Al preguntarle sobre si le gustaría un hijo torero, comenta:
‘Esa es una pregunta que me he formulado varias veces en la mente y te voy a decir que si se diera el caso, yo tendría que ser mucho muy objetivo para tratar de ver los alcances de mi hijo como torero’.
‘El ser matador de toros es una decisión muy personal, una vocación que te llega, que tienes y que sabes que ese es el camino que debes seguir. Es como si a un águila le impidieras volar por miedo a que se caiga. Es algo que se trae muy íntimamente.
‘Comprendo, porque lo vivo en carne propia, que como torero se pasan muchos sufrimientos que quisiera evitarles a mis hijos. Pero si ellos quisieran vestir de luces y es su auténtica vocación, no podría impedírselos’.
FUERA DEL RUEDO
Pese a ser uno de los toreros más importantes en la historia de la tauromaquia, una vez despojado del traje de luces, Julián afirma que le gustan las cosas sencillas de la vida.
‘Podría parecerle increíble a muchas personas, pero cuando no estoy de luces, disfruto mucho estar con mi familia, la familia es mi motor. Me gusta salir con ellos, ir al cine, por un helado, a caminar al parque’.
‘Tal vez haya quien piense que mi vida personal está llena de glamur, pero no, eso del glamur es lo que menos me interesa. Como te digo, me apasiona estar con mi esposa y mis hijos, llevar una vida relajada como la de cualquier otra persona’.
SU RESPONSABILIDAD
Por último, habla sobre el hecho de ser uno de los toreros que lleva en la espalda la responsabilidad del engrandecimiento del también llamado ‘Arte de Cúchares’.
‘Creo que soy responsable de lo que yo hago. Hay quienes dicen que tengo el peso de la fiesta brava en la espalda, opinión que respeto. Pero considero que más que eso, yo soy responsable de mi carrera y de entregarme al cien por ciento con el público que paga un boleto’.
‘Creo que mi responsabilidad radica en la honestidad en cada una de mis actuaciones. De actuar en cada plaza con la pasión y la entrega como si fuera mi debut’.
‘El Juli’ actuará varias tardes en la Plaza México, cuyo elenco de toreros y ganaderías se dará a conocer mañana.
Su primera participación en el coso de Insurgentes tendrá verificativo en noviembre.