Washington.- Si las cosas estaban feas, ayer se pusieron peores: republicanos y demócratas, enfrascados en una pugna que ya ocasionó el primer cierre del gobierno federal en 17 años, siguieron elevando el volumen de la retórica sin que un acuerdo apareciera en el horizonte.
A lo largo del día, miembros de ambos partidos responsabilizaron a sus rivales por ocasionar una crisis que mandó a la casa, sin pago, a casi 800.000 empleados públicos y cuyos efectos económicos podrían ser agudos si no se resuelve pronto. (Lea aquí: Así se vive en Estados Unidos, un país que funciona a media marcha)
Si bien hubo algunos matices, el trasfondo del debate siguió siendo el mismo: los republicanos insisten en atar la financiación del gobierno federal a modificaciones en el ‘Obamacare’, la reforma de la salud que se aprobó en el 2010 y que congresistas de ese partido rechazan. (Lea el análisis: ‘Obamacare’, manzana de la discordia)
Pero el presidente Barack Obama les respondió con tres piedras en la mano. No solo los llamó “irresponsables” y “poco adultos”, sino que los acusó de librar una “cruzada ideológica” en la que “se está tomando como rehén a la economía del país”.
Fuente: eltiempo.com