En la localidad madrileña de Boadilla del Monte, el matador de toros Diego Silveti ha puesto broche a su temporada europea, en lo que ha supuesto un nuevo éxito de Puerta Grande.
En esta ocasión se ha lidiado una muy desigual corrida de Los Eulogios, con el siguiente resultado: El Cordobés, dos orejas y ovación; El Fandi, oreja y oreja; y Diego Silveti, oreja y oreja, al finalizar la corrida los tres espadas salieron en hombros.
Próximo a su regreso a México, Diego Silveti aprovechó la última oportunidad que se le brindaba en ruedos europeos en la temporada 2013, y tal y como ha ocurrido en la mayoría de sus compromisos, Silveti saldó de manera muy positiva su actuación, cortando una oreja a cada uno de sus toros, dos ejemplares de muy distinta condición.
El primero de ellos le pegó una voltereta, por fortuna, sin mayores consecuencias. A este toro lo toreó despacio y con mucho gusto, en una faena de temple y pausada, con la que demostró su gran buen concepto del toreo. Cuando le tenía cortadas las dos orejas, pues tras el toreo fundamental Diego puso fin a su labor con ajustadas manoletinas, le pegó dos pinchazos antes de la estocada definitiva, lo que redujo el premio a un solo trofeo.
Otro cortó del sexto, un toro gordo y apretado de carnes, que siempre se quedó corto en los vuelos de la muleta. A pesar de ello, Diego Silveti solventó las dificultades del animal, tanto con el capote, pues toreó muy bien a la verónica, como en redondo, destacando en varias series por el pitón derecho que merecieron la entrega del público. Un pinchazo y una estocada, pusieron fin a su labor, premiada con la oreja que le terminó de abrir la puerta grande, por donde salió en unión de sus dos compañeros de terna.
El Cordobés le cortó las dos orejas al toro que abrió la tarde, conectando con el público con su toreo alegre, siendo fiel a su concepto. Intercaló pases de todas las clases y lo mató bien, por lo que consiguió el doble trofeo. No pudo redondear con el cuarto, toro de peor juego con el que Manuel Díaz también lo intentó, aunque sin poder redondear faena.
El Fandi, que resultó también cogido por el quinto toro de la tarde cuando ejecutaba un par de banderillas, fue todo entrega a lo largo de la corrida. De su primero paseó una oreja, con el que estuvo brillante en el segundo tercio, clavando tres pares muy jaleados por el público. Lo volvió a dar todo en el quinto después de la voltereta mencionada, para mostrarse muy por encima de un toro al que terminó imponiéndose.