San Luis Potosí, SLP.- Fue un festival taurino en el cual triunfó primero la afición a la fiesta brava en el Estado, dejando en claro que cuando hay unión todo es posible; en el tema taurino, lo mejor lo hizo en el ruedo el novillero en el retiro Emmanuel Gallegos, quien cortó una oreja.
Se lidiaron novillos de Marco Garfias, mismos que salieron de mucha calidad, así como uno de Pablo Labastida, que rápido desarrolló sentido y uno más de Montecaldera que se dejó.
Abrió plaza el matador de toros Jesús Torre quien demostró que el que tuvo retuvo corriendo la mano con gusto y temple, gustándose y encontrando el son a su enemigo, para de esta forma conectar con la concurrencia, escucho palmas en el tercio.
‘Don Gato’ Ricardo García Rojas, fue el que lidió con el que estuvo breve a la verónica. Con la muleta corrió la mano bien por el lado derecho, aunque demostró estar falto de condición física, pese a ello, se gustó. Con la espada tardó en la ejecución, para escuchar palmas.
El tercer espada del festejo fue Enrique Esquivel, quien intentó hacer las cosas bien, destacando en la tercera tanda por el lado derecho al ejecutar largo. Se puso pesado con el acero, para escuchar palmas en el tercio.
El cuarto actuante fue Emmanuel Gallegos, quien desde capa se estiró a la verónica gustándose. Con la muleta quieto y corriendo la mano por ambos lados con temple y gusto fue como se mostró, conectando con el respetable. Con la espada literalmente hizo la cruz, matando en buen sitio para cortar con todo merecimiento una oreja.
Gustavo Robledo actuó en quinto lugar, con un novillo de sobrada calidad, mismo que casi, casi se pegaba solo el muletazo, embistiendo largo. Mató desprendido para recibir dos orejas.
El joven Pablo Labastida fue el penúltimo en actual, enfrentado un novillo que pronto desarrolló sentido, pese a ello, el valor y las ganas de hacer las cosas no faltaron.
Cerró plaza Rodrigo Guevara, torero que primero debe de decidir de una vez por todas si quiere o no ser torero, pues calidad y valor de sobra tiene. Con el cierra plaza tardó en encontrar la distancia pero cuando lo hizo regaló dos tandas con mucha calidad.
Mención aparte merecer el matador de toros Víctor Santos quien picó todos los novillos del festejo, mismo que estuvo cumbre con la garrocha en las manos, cosa que no es raro en el profesional del toreo, tomando en cuenta que constantemente lo hace en el campo bravo.