Por: Jesús Zárate toroestoro.com
Guadalajara JAL.- Mucho trabajo tuvieron en el palco de la autoridad los encargados de dar los toques de clarín, ya que le recetaron una sin fin de seis avisos a los novilleros querer actuaron esta tarde en la plaza Nuevo Progreso de Guadalajara.
Pero mucho más trabajo tendrán los propios aspirantes a matadores para corregir sus deficiencias con la espada.
El más destacado fue Antonio Mendoza, quien irónicamente reaparecía después de que se le fue vivo un novillo, en su anterior comparecencia. En esta ocasión el michoacano estuvo a la altura ante un novillo de Arroyo Hondo de poco recorrido al que supo darle la lidia adecuada con la muleta. Fuera de eso la novillada tuvo poco que valga la pena recordar.
El primer espada Diego Emilio vio sus mejores momentos con el capote con su primero al que le pudo cuajar verónicas y un quite por gaoneras. Poco cosechó con la muleta. En su segundo se topó ante un animal de poca movilidad y decidió regalar uno, con el cual tuvo una pesadilla con la espada y a punto estuvo de escuchar los tres avisos.
Mientras tanto Javier Castro, visiblemente el de menor experiencia, dejó ir un estupendo novillo que olía a triunfo, pero al cual no pudo aprovechar. En su primer astado fue el primero en escuchar un aviso y comenzar con la mala racha de los novilleros en la suerte suprema.
Se lidiaron siete astados de Arroyo Hondo que cumplieron en presentación, destacó por su buen juego el sexto que fue ovacionado en el arrastre. De las cuadrillas fueron llamados al tercio José María Villalobos y Diego Bricio.