11 diciembre, 2024

Paciente del IMSS baja 49 kilos en año y 8 meses

14 octubre, 2014

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Gerardo con médico IMSS y nutrióloga

San Luis Potosí, SLP.- Casi dos años atrás Gerardo tenía un peso de 133 kilos y una obesidad mórbida que provocaba que su vida corriera peligro. Consumía 4 mil calorías diarias, llevaba una vida sedentaria y tenía exceso de trabajo, derivado de lo anterior  el joven presentaba apnea del sueño, -síntoma que impide la llegada de oxígeno al cerebro-, además de hipertensión y cardiomegalia (crecimiento del corazón). 

Por instrucción médica ante la imposibilidad de laborar en esas condiciones, se le otorgó una incapacidad parcial permanente. Su estado físico estaba tan disminuido que le estaba provocando daño físico, social y emocional.

“Me encontraba deprimido, no quería hacer nada que no fuera estar en el trabajo, no hablaba con nadie, no salía, estaba muy mal”, recuerda Gerardo hace dos años.

El diagnóstico médico que implicaba que cambiara su estilo de vida fue decisivo para que Gerardo diera un giro a sus hábitos cotidianos que afectaba su cuerpo y mente.

En la Unidad de Medicina Familiar No. 45 encontró el apoyo del médico familiar Dimas Cotino Ramos, quien platica que Gerardo era un paciente que necesitaba de forma permanente utilizar una mascarilla de oxígeno para poder respirar durante las horas de sueño.

A la par, recuerda el médico del IMSS que se inició el protocolo para ser sometido a un bypass gástrico, procedimiento quirúrgico en el que se reduce el tamaño del estómago, ya que su obesidad era mórbida y estaba afectando notablemente su salud.

Como parte de ese protocolo, Gerardo necesitaba bajar previamente  por su propio esfuerzo cerca de kilos.

Sin embargo, el resultado fue más que inesperado para todos, la nutrióloga Virginia Rivera Lagunas de la UMF 45, recuerda que le establece a Gerardo ejercicio y dieta hiposódica, -baja en purinas y oxalatos-, misma que tuvo reducción gradual hasta llegar a mil 800 calorías diarias.

Además, Gerardo ingresa al grupo SOHDI (sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes), donde encontraría compañerismo y una fuerte motivación para cumplir con su meta.

Casi dos años después, Gerardo a través del seguimiento clínico y control de nutrición, cae en cuenta que no era necesaria ya la cirugía, ya que había perdido –sobre todo con mucha voluntad-  49 kilos; al haber pasado de 133 a 88 kilos.

Actualmente es un ejemplo para otros pacientes –hombres y mujeres-; participa activamente en las actividades deportivas y de activación física del Centro de Seguridad Social de San Luis Potosí e, incluso, obtuvo un diploma por ganar el primer lugar en un concurso de baile.