Por: Rodrigo Martínez
San Luis Potosí, SLP.- En México difícilmente quedan vestigios de lo que realmente significa un clásico de fútbol, más cuando en los últimos años los protagonistas de ambos frentes (directivos, jugadores) no respetan la ideología de la afición, que es la que realmente le da tintes de clásico a estos partidos.
Pero ¿qué sucede cuando la hinchada es la que rompe ese hilo tan delgado?
La respuesta por desgracia la vemos de manera cercana en San Luis Potosí y seguramente se hará más evidente esta noche en el Alfonso Lastras. Y es que para mi el adjetivo de «clásico» a un duelo entre equipos potosinos y queretanos me parece demasiado grande para lo que realmente se ve en estos partidos y más cuando justo en esta nueva edición del «Clásico de la 57» la emoción la pone o se espera que la ponga un solo futbolista.
De verdad no puedo entender como la afición de San Luis (SOLO ALGUNOS) que eternamente habla de un odio deportivo por los Gallos Blancos, hoy tengan ganas de acudir a un partido por ver a la «figura» que tiene el rival!!!!
Se que Ronaldinho es un futbolista que aún llama la atención y que ha tenido un paso medianito por nuestro fútbol, pero me parece impensable que una afición que dice defender con orgullo los colores de su equipo desde su espacio en la tribuna, hoy aparentemente hará una gran entrada por ver solo a un futbolista y que para colmo es del «rival odiado»
Si directivos y jugadores que en los últimos años no han respetado el nombre de clásico que se le da a varios partidos en nuestro fútbol mexicano, difícilmente se podrá reclamar el poco respeto por lo que queda de antiguas rivalidades, sobretodo cuando ALGUNOS AFICIONADOS han roto códigos que en años anteriores parecían imposibles de destrozar.
Por ello mi admiración y respeto para aquellos hinchas de cualquier equipo, que hasta la muerte defenderán y portarán con orgullo, la playera y los colores de su equipo a pesar de admirar a un integrante de los de enfrente.
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