San Luis Potosí, SLP.- Durante la Edición XL de la Feria Nacional del Libro de la UASLP se realizó la charla, Nos queda la palabra, ante un auditorio Rafael Nieto Compeán que lució repleto para escuchar la participación de los conductores: Laura García, Eduardo Cazar y Pablo Boullosa.
La plática fue iniciada por Laura García quien habló de la palabra; y explicó que la usamos para definir cosas y expresar sentimientos, dijo que según estén usadas, las palabras pueden lograr mal entendidos, ya que el orden y el significado tiene mucho que ver, dijo que en la forma en que nos comunicamos, el silencio es uno de los argumentos más difíciles de refutar.
Citando a autores como Sócrates, Platón, pasando por Vargas llosa y Borges; los conductores de Nos queda la palabra, detallaron que el idioma permite que la lengua siga viva.
Abordaron asuntos como los regionalismos, los que definieron como una zona homogénea con características específicas de comida, tradiciones, lugares y costumbres de vida.
Explicaron que en el lenguaje, así como en la escritura hay reglas, sin embargo no todas las personas las siguen y por ello existen los barbarismos clásicos, aunque estos también dependen de la región en donde se radica, algunos de ellos son: venistes, haiga, telefonar, que son palabras mal escritas, pero que se usan como moda en ciertos lugares.
Detallaron que en el lenguaje hay jergas de todo tipo, que son lenguajes y códigos que comparte un grupo de gente que los hace sentirse con características de dependencia, pusieron como ejemplo que en México, hay jergas de médicos o hubo en los años 60 el conocido pachuco, que era un dialecto característico de un grupo de personas.
Explicaron que la manera en que hablamos, nos hace ser lo que somos y nos define como individuos, por eso señalaron, que también hay millones de personas que hablan un mismo lenguaje y eso nos permite comunicarnos.
Eduardo Cazar reconoció que el lenguaje oral también tiene errores. Detalló que en las conversaciones cuando se platica, también se utiliza el cuerpo, para comunicar algo, dijo que si toda esta comunicación pasaran al papel, no se entendería, porque al hablar cuenta el tono de la voz, el ritmo, y el volumen de esta.
Explicó que cuando alguien comienza a escribir hay reglas que implica no abusar del gerundio, pero en el ambiente literario puede ser bueno, pues permite cierto giro de las palabras, por ejemplo en la poesía, y puede ser utilizado para dar ritmo a los versos.
Señaló que en la literatura se utilizan rompimientos del lenguaje para hablar de sensaciones, por ello en la escritura literaria no hay pleito con las reglas de lo que se escribe ya que hay un distinto manejo del lenguaje en la oralidad y en la escritura.
Por su parte Pablo Boullosa aseguró que en el español nos manejamos con una serie de mal entendidos, por eso señaló que la escritura es un invento tardío, del siglo VIII ac. y a la humanidad le cuesta trabajo llegar a la escritura, la cual afecta a la oralidad.
Aseguró que el ser humano es completamente narrativo, sin embargo al acudir a la escuela pensando que somos seres racionales, reconoció que el silogismo pertenece a la historia escrita, y actualmente en la oralidad están nuestros mayores problemas porque se perdió la oralidad, ya que los seres humanos estamos perdiendo nuestra connotación narrativa.
Finalmente los asistentes recibieron una serie de obsequios por parte de los conductores de Nos queda la palabra, luego de contestar una serie de preguntas y contar adivinanzas en verso.
La charla concluyó con fotografías de los autores con el público y con la entrega de autógrafos.
