23 abril, 2025

Una paz duradera y sostenible debe fundamentarse en la vigencia de los derechos humanos: Jaime Rochín del Rincón

12 junio, 2015

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México, DF.- La construcción de una paz duradera y sostenible debe fundamentarse en la vigencia de los derechos humanos, por lo que es indispensable trabajar de manera conjunta, ardua y consistente, afirmó el Comisionado Presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, (CEAV), Jaime Rochín del Rincón, al conmemorarse este 10 de junio el cuarto aniversario de la reforma constitucional en materia de derechos humanos, una de las más relevantes en la historia del país.

Tras recordar que al cambiarse el título primero de la Carta Magna, de “garantías individuales”, al actual “derechos humanos”, se modificó radicalmente la relación entre el Estado y la sociedad, Rochín del Rincón expresó que la igualdad entre las personas va más allá de no discriminar, pues debe prevalecer la idea de no distinguir.

Explicó que después de esa reforma, que de alguna forma inspiró la creación de la CEAV pues es consecuencia de los reclamos de miles de personas y organizaciones de la sociedad civil en un entorno social de violencia e inseguridad, todas las personas que habitan o transitan por nuestro territorio gozan de los derechos humanos elementales y el Estado mexicano está obligado a garantizarlos, con base no solo en nuestra Constitución, sino en los tratados internacionales más importantes en la materia.

Rochín del Rincón comentó que parte sustantiva de su trabajo al frente de la CEAV es atender a todas las personas víctimas, especialmente a las que nadie ve: “mi labor, mi vocación, es hablar por los que están solos, por los que están en situación de abandono, por aquéllos que han perdido la voz”, añadió.

Pidió no olvidar que el reclamo de las personas víctimas de discriminación es añejo y a la vez actual; su derecho a la justicia es permanente y ofreció que desde la CEAV se genere un sentido del servicio público que, aunado a la obligación de hacer cumplir lo dispuesto en la Ley General de Víctimas, proporcione consuelo y ayude a generar paz y trato digno a las personas.

“No se puede hablar de pleno respeto y garantía de los derechos humanos en México, cuando existen aún enormes diferencias en las condiciones entre hombres y mujeres; entre heterosexuales y homosexuales, o cuando se rechaza cualquier disidencia de género”, puntualizó.