San Luis Potosí, SLP.- Ante el nuevo escenario en el que pareciera que todo se nos derrumba, por la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, es el momento histórico en el que debe hacerse un alto en el camino, reconocer nuestras fallas, defectos e imperfecciones y reflexionemos que México es y será siempre más grande que sus problemas, dejar atrás los intereses personales, ambiciones individuales, para construir una nueva Nación, porque ante el enemigo externo, es la Patria la que esté en juego, por eso es urgente la unidad entre los mexicanos.
Afirmó lo anterior el vicepresidente de la Cámara de Senadores, Octavio Pedroza Gaitán, quien durante una gira de trabajo en San Vicente Tancuayalab y Cárdenas inauguró obras de pavimentación con los 8.0 millones de pesos que gestionó para éstos dos municipios ante la Federación, en donde llamó a los ciudadanos a terminar con la corrupción, con los abusos de poder, dejar la mentira y el engaño, combatir la injusticia y la impunidad.
“Es el momento en el que como uno solo, los mexicanos dejemos atrás nuestros intereses personales, nuestras mezquindades, nuestras ambiciones individuales y comencemos a reconstruir una nueva Nación. Es el momento de dejar de lado nuestras diferencias y disputas intestinas y enarbolemos la gran causa de México”.
El vicepresidente del Senado afirmó que sin pretender que esta sea una visión catastrofista y estridente, “no he sido ni lo seré ahora de los que como los pavos, amainan su plumaje al primer ruido. Pese a los nubarrones que se vislumbran en el horizonte, a pesar de los presagios de tormenta para México en materia económica, es el momento de acudir a la grandeza de nuestra gente. El valor más preciado de nuestro querido México”.
Reconoció que en lo general la clase política merece el severo juicio ciudadano, pero también es cierto que “habemos muchos que no hemos faltado al principio fundamental de actuar con decencia”.
Y ejemplificó, dos naciones históricamente antagónicas, Francia e Inglaterra, ante la amenaza creciente de la Alemania Nazi, dejaron de lado sus diferencias y decidieron hacer un frente común para combatirlo. Desunidos, perdían los dos. En nuestro país hoy, divididos y enfrentados, perdemos todos.
“Es el trascendente momento en el que cada uno de nosotros debemos contribuir con lo mejor de cada quien, en la trinchera que nos corresponda, aún subordinando intereses políticos, económicos, personales y de cualquier índole, luchar por el bien de México. Enfrentamos la oportunidad irrepetible de demostrar que somos hijos de una misma madre, la Nación Mexicana”.