9 septiembre, 2024

Postulados de Francisco I. Madero aún vigentes en México

11 mayo, 2017

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San Luis Potosí, SLP.- Los postulados de Francisco I. Madero, reconocido como el apóstol de la democracia en México, están vigentes hoy más que en su tiempo, destacó el doctor Javier Garcíadiego Dantán historiador e investigador del Colegio Nacional, quien impartió una charla sobre: Francisco I. Madero y el Plan de San Luis, en el Auditorio Ponciano Arriga de la Facultad de Derecho de la UASLP.

Ante un recinto repleto de jóvenes y en donde también escuchó la charla el rector de la UASLP Manuel Villar Rubio y el director de la Facultad de Derecho Abraham Oliva Muñoz, el especialista, aseguró que esta es la primera vez que el Colegio Nacional se presenta en San Luis Potosí y apuntó que la propuesta de Francisco I. Madero parece prematura en su tiempo, pues no había instituciones democráticas, ni partidos políticos, mucho menos tradición parlamentaria, ni tampoco una clase media, que resultad fundamental para el establecimiento de la democracia.

Mencionó, “podemos decir que el mensaje de Madero se consolidó y enraizó en México, a finales del siglo XX, sólo después de 70 años de la muerte de este prócer mexicano”.

El historiador agrega que el mensaje democrático de Francisco I. Madero, comenzó a cobrar realidad hasta que se construyó una clase media, ya se construyeron instituciones democráticas, ya votan las mujeres, ya se dieron algunos avances democráticos, aunque aún no se puede hablar de una democracia plena o perfecta.

Apunta que aún hay gente que se aprovecha de las instancias políticas para hacer negocios indebidos, pero se rescata que por lo menos hay competencia partidista, y electoral que mejora cada día.

Respecto a la realidad nacional, el historiador comentó que en todos los países del mundo los políticos quieren asemejarse a figuras históricas, pues agrega: “antes los políticos y candidatos buscaban ser semejantes a Lázaro Cárdenas o algunos a José María Morelos, dependiendo de las regiones y de las ideologías”, sin embargo calificó ese fenómeno como “el uso político de la historia”

 

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