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CDMX.- La cantidad de muertos que se han registrado durante el pasado sexenio y lo que va de la presente administración que encabeza Enrique Peña Nieto, nos compara con naciones que están en guerra y nos ponen como uno de los países más violentos del mundo, lo que implica un fracaso en la política de seguridad pública, aseguró el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Ojeda.
Sin embargo, dijo, si queremos ser realistas y pese a las quejas del gobierno federal que de inmediato salió a desmentir versiones de institutos internacionales que nos ubican en dicha situación, se debe reconocer que México está en guerra y que gran parte de la población vive un clima de terror y acosada por parte de la delincuencia organizada.
Prueba de ello, abundó, es que el Ejército y la Marina están en las calles y ya es cotidiano contemplar por las redes sociales y los medios de comunicación, los enfrentamientos entre elementos de las fuerzas armadas y miembros de la delincuencia organizada.
Desafortunadamente, dijo, la actual política del gobierno federal es reactiva, ante una situación que se ha dejado crecer indiscriminadamente, como es el caso de los huachicoleros, que desde hace muchos años venían ordeñando los ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX), sin que nadie hiciera nada, y es hasta ahora cuando se extendió por Puebla, Morelos, Tlaxcala y Estado de México, cuando lo quieren atender.
El legislador del PRD consideró que podríamos estar muy cerca del llamado Estado fallido, porque el argumento del gobierno federal de que la violencia sólo se focalizaba en algunas zonas del país, ya quedó rebasada.
Argumentó que si uno voltea a cualquier parte del país, en prácticamente todas partes opera indiscriminadamente la delincuencia organizada que ante la inoperancia de las autoridades mantiene amedrentada a la sociedad, tal como lo demuestra que según el INEGI el 70 por ciento de los mexicanos vivimos con miedo.
Señaló que los enfrentamientos entre soldados y los llamados huachicoleros que ordeñan los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) hacen patente que la actividad de bandas delictivas prácticamente ya está en las puertas de la capital del país.
Comentó que es fácil para el gobierno federal descalificar aquellos estudios internacionales que ubican a México como uno de los más violentos por el cúmulo de asesinatos dolosos que se registran cada año.
“Pero cuando se vive protegido por alrededor de cinco mil elementos del Estado Mayor Presidencial, como es el caso del presidente Peña Nieto, obviamente se vive en el país de “Peñalandia”, donde no pasa nada y según él, el país está en paz y creciendo, aunque sea apenas con el mediocre 2 por ciento anual promedio.
Declaró que otros datos duros que ponen a México como un país en guerra, son los publicados en medios nacionales, donde según la Secretaría de la Defensa, entre 2007 y 2016, hubo 3 mil 921 enfrentamientos con bandas de la delincuencia organizada.
Pese a esa lucha encarnizada que se ha prolongado por más de 10 años, el diputado Ojeda opinó que en lugar de disminuir o mermar la fuerza de estos grupos ilegales, hoy se estima que existen 250 asociaciones delictuosas con capacidad de controlar a autoridades locales y penetrar incluso instancias federales, según algunos analistas políticos.
Lo que ha fracasado, continuó, es la política implementada desde el gobierno federal para combatir al narcotráfico, porque mientras se derrocha gasto público en infinidad de cosas superfluas, se ha dejado de lado la capacitación de cuerpos policiacos que de verdad resguarden la seguridad pública de la ciudadanía. “Policías bien preparados y bien pagados”, podría ser parte de la solución al problema, indicó.