29 marzo, 2024

EL GRIS Y FRUSTRADO CHESSAL PALAU

17 octubre, 2018

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La vida de un crítico es fácil cuando solo observa lo que a su criterio se encuentra fuera de lugar, en la opinión pública de San Luis Potosí impera este tipo de personajes, uno de ellos es el abogado Jorge Chessal Palau.

Es una de esas personas que jamás aplauden lo bueno, es un personaje gris lleno de ego y con bastante aire de grandeza, a quien jamás se le han conocido acciones contundentes para el beneficio social potosino, pero sí ha sido un crítico agrio con ganas de llegar a ministro de la Suprema Corte.

En la vida pública de este crítico nunca ha habido humildad, se muestra como un inquisidor del sistema, pero jamás apoya o trabaja para mejorar o hacer propuestas que se materialicen con acciones que benefician a San Luis.

Es incongruente, pareciera que está completamente frustrado, que la vida no le ha retribuido lo que cree que pudiera merecer, pero qué querrá, quizá una diputación, una senaduría, un cargo en la alta burocracia, no lo sabemos, pareciera que sí, pero solo él sabrá.

¿Cómo puede ser posible que un maestro en el derecho con la sapiencia de Burgoa —porque su ego así lo suda— pudiera concebir ser un ciudadano de menor importancia que el denominado “Mijis”? Parece que la vida no ha sido justa con el ego que caracteriza Chessal Palau, los sueños frustrados se ven palpables y le brotan en esa mirada de envidia, pues su persona quiere los reflectores sobre él, la opinión de la prensa.

Que los medios de comunicación pregunten con gran admiración, qué opina el grande Chessal Palau —que de grande no tiene nada—, no refleja más que la envidia y el añorar una vida la cual no le pertenece y jamás gozará. La frustración lo lleva a ser crítico con opiniones de absolutamente todo.

Además, su fastidiosa manera de expresarse es “anticonstitucional aquí”, “anticonstitucional por acá”; y aunque estás críticas son siempre aburridas y un verdadero chiste o incongruencia, sus palabras disfrazadas en el diccionario legal son rimbombantes pero poco aporta su crítica más bien, estorba.

Para él es fácil ser un duro crítico del “Mijis”, lo cual refleja su añorado sueño guajiro de ser alguien públicamente y dejar de ser un don nadie, su sueño de querer tener el reconocimiento social.
A este sombrío abogado, con un semblante de grandeza, como si pudiera dar clase a los ministros de la Suprema Corte, que trata de verse como dueño de la verdad absoluta, y con una gula de atención y de reflectores, ¿le afectará algo externo para que actué así?, no lo sabemos.

Es un personaje que dentro de la sociedad potosina no ha aportado más que solo veneno en sus palabras, qué puede juzgar o condenar cuando él no ha hecho nada por San Luis Potosí. El día que Jorge Chessal se sume para algún beneficio para los potosinos, quizás ese día podrá recobrar la credibilidad, quizás ese día podremos volver a tomar en cuenta sus opiniones.

Tal vez en ese momento dejará de parecer un perturbado y chiflado que se cree genio del derecho, dejará de frustrarse por no ser reconocido y aceptado, y dejará de buscar los reflectores de la prensa, pues vale más predicar con un buen ejemplo y hacer acciones contundentes por San Luis Potosí, que ser un crítico frustrado con hambre de atención.

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