Por: Elde Negro
El bono de confianza que los potosinos han dado a Enrique Galindo tiene un límite y ante la falta de resultados del INTERAPAS, parece que la fecha de caducidad de la luna de mil entre los ciudadanos y el alcalde será puesta por el foráneo Enrique Torres.
Enrique Torres fue anunciado, en San Luis Potosí, como el salvador del sistema de agua potable y saneamiento de León Guanajuato, una de las ciudades más pujantes del Bajío. Falso de toda falsedad.
En efecto, Enrique Torres formó parte de la nómina del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL), pero no fue el director, en términos coloquiales, fue el gato, del gato, del gato, del patrón.
Si el sistema de agua potable y saneamiento de León fue reestructurado, no fue gracias a Enrique Torres, el señor no estuvo en la mesa en la que se tomaron decisiones, se planearon estrategias, se reestructuró el organismo y finalmente se volvió funcional. Él, Enrique, era apenas un amasijo que cobraba cada quincena y bien.
En San luis Potosí fue anunciado como el gran salvador del INTERAPAS y se la creyó. Sin embargo a más de 100 días de trabajo, no hay resultados.
El guanajuatense llegó muy inflado, quiso tratar de pendejos a los potosinos y pronto se topó con pared, pero en el proceso ya se echó malas con alcaldes, empresarios, funcionarios estatales, municipales y del propio organismo de agua.
Su estrategia mediática fue llorar por todo, quejarse de todo y no dar resultados.
Aunque la presa El Realito surte agua única y exclusivamente a 30 colonias del sur y oriente de la capital, Enrique Torres culpa al ducto por el desabasto del vital líquido en toda la zona metropolitana.
No hay agua en los hogares del norte, del poniente, del sur, en San Luis, en Soledad, en Cerro de San Pedro.
Los pretextos se acabaron.
El Realito, a medias pero funciona, se aprobó al INTERAPAS una deuda por 150 millones de pesos, se aprobó el “Cuenta Nueva y Borrón”. Qué más quiere?
Galindo Tiene un lado débil y ese son sus colaboradores. Enrique Torres le ha buscado enfrentamientos con funcionarios y empresarios. El señor ya se hizo fama de grosero, prepotente, majadero y, lo más grave, ineficiente.
Si Galindo pretende enderezar el INTERAPAS a mediados del 2023, será demasiado tarde para él y sus aspiraciones políticas…