17 octubre, 2025

¿Insomnio? puede que sea solo la luz

2 agosto, 2025

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Por Ingrid Guadalupe Meza Pardo

 

¿Alguna vez te ha pasado que es de noche, ya te acostaste, tienes la luz apagada, pero decides revisar tu celular por última vez… y, sin darte cuenta, ya pasó mucho tiempo? Así que dejas el teléfono, cierras los ojos… pero el sueño no llega.

¿Te suena familiar? Déjame decirte que eso es muy común. Cada vez más personas tienen dificultades para dormir, y no siempre por estrés o insomnio clínico. Hay algo que nos estimula sin que lo notemos: la luz artificial, especialmente esa luz blanca que emiten los dispositivos electrónicos, como pantallas, celulares y lámparas LED.

A simple vista, la luz blanca parece solo blanca. Pero, si la descomponemos al pasar por un prisma, descubrimos que está formada por distintos colores, cada uno con su propia energía. Entre ellos, la luz azul sobresale por ser la más energética del espectro visible: sus ondas son más cortas, vibran más rápido y llevan más energía. Justamente por eso, influye en nuestro cuerpo. Aunque no la distingamos por separado, nuestro cerebro sí la detecta dentro de la “luz blanca” y la interpreta como una señal de alerta. Es como si le dijéramos: “¡Despierta, aún es de día!”.

¿Alguna vez escuchaste que el ojo solo sirve para ver? Bueno, no es del todo cierto. Dentro de nuestros ojos hay células especiales que no forman imágenes, sino que detectan la luz para regular funciones internas del cuerpo. Son como “sensores del entorno” y responden especialmente a la luz azul. Estas células se comunican con una zona del cerebro que actúa como nuestro reloj biológico: el núcleo supraquiasmático. Y, cuando perciben luz azul, envían una señal: “es de día, mantente despierto”. El cuerpo responde reduciendo la producción de melatonina, la hormona que nos ayuda a dormir. Como resultado, nos sentimos más activos, dificultando el descanso.

Es decir, no es casualidad: es tu cuerpo respondiendo a los estímulos.

¿Y qué dice la ciencia?

Está comprobado que la luz azul interfiere con el sueño. Varios estudios han analizado cómo ciertos tipos de luz influyen en nuestro cuerpo, mente… y en cómo dormimos.

En Europa, investigadores descubrieron que los pacientes con insomnio que usaron lentes bloqueadores de luz azul durante 90 minutos antes de dormir lograron dormir más tiempo, redujeron sus niveles de ansiedad y mejoraron su estado de ánimo, en comparación con quienes no usaron lentes. Asimismo, en Japón investigaron que la luz azul, especialmente de noche, aumenta la actividad cerebral relacionada con la atención y mejora el rendimiento en tareas cognitivas. De igual forma, la Universidad de Harvard advierte: incluso pequeñas dosis de luz blanca durante la noche pueden alterar el reloj biológico, afectando el sueño, el metabolismo y la salud en general.

Podemos decir que la luz azul es útil de día, pero, por la noche, debemos regularla para que no se convierta enenemiga del descanso.

Entonces, ¿puedes hacer algo al respecto? Si. Te sugiero usar luces cálidas y tenues por la noche, evita las pantallas al menos una hora antes de dormir o, si es necesario usarlas, activa el modo nocturno para reducir la luz azul. Crea una rutina relajante, con menos luz y más calma. Recuerda que dormir bien no es un lujo, es SALUD.

Para consulta:

Karolina J., Michal , et al. 2019. Block the light and sleep well: Evening blue light filtration as a part of cognitive behavioral therapy for insomnia. https://doi.org/10.1080/07420528.2019.1692859
Ming A, Jinghua H, et al. 2009. Time-of-day-dependent Effects of Monochromatic Light Exposure on Human Cognitive Function. https://www.jstage.jst.go.jp/article/jpa2/28/5/28_5_217/_article/-char/ja/