San Luis Potosí, SLP.- La senadora de la República, Verónica Rodríguez Hernández, advirtió que la reforma impulsada por Morena para actualizar la figura jurídica del amparo representa un riesgo grave para el equilibrio de poderes y los derechos ciudadanos, al considerar que su aprobación implicaría un retroceso en materia de libertades y control constitucional.
“Es gravísimo porque la retroactividad de esta ley podría abrir la puerta para que a ellos se les ocurra hacerlo con otras leyes, aunque la presidenta se los explicó muy bien, tendrían que reformar primero la Constitución política para que esto pudiera ser válido”, señaló.
La legisladora explicó que esta propuesta no representa una modernización del juicio de amparo, como argumenta el partido en el poder, sino un intento por debilitarlo, lo que afectaría directamente la capacidad de las personas para defenderse ante los abusos de autoridad.
“Justo en un momento en el que México necesita más contrapesos, justo en el momento en el que el gobierno actual está cometiendo muchas irregularidades”, expresó.
Recordó que la reforma ya fue aprobada en la Cámara de Senadores y ahora deberá ser analizada por la Cámara de Diputados; sin embargo, advirtió que el transitorio que incluye la aplicación retroactiva de la ley viola el principio constitucional de irretroactividad. Ante ello, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, ya ha fijado una postura para frenar la reforma en cuanto llegue al máximo tribunal.
“Como le explicamos en el Senado, esta iniciativa reduce el alcance de las suspensiones, permite el congelamiento de cuentas sin control judicial y prohíbe suspender la prisión preventiva oficiosa, atentando directamente contra la presunción de inocencia y el debido proceso”, apuntó.
Finalmente, advirtió que los cambios propuestos debilitarían la protección de los derechos humanos y dejarían a la ciudadanía en una situación de vulnerabilidad frente al poder público.
“En palabras más simples, las y los ciudadanos quedarían más indefensos y la autoridad tendría un mayor margen para actuar sin consecuencias. El juicio de amparo es una conquista histórica, un instrumento que equilibra la relación entre ciudadano y el poder, y alterarlo de esta manera es retroceder en derechos humanos y debilitar el control constitucional que protege nuestras libertades”, concluyó.